Un día llorando te pregunte: -¿Porque no voy a ser feliz nunca? Y de una forma especial, me miraste a los ojos y me dijiste: -La felicidad absoluta no existe, hay momentos mas felices que otros, pero siempre hay algo por pequeño que sea, que hace que no seas feliz del todo. Es la primera vez que me gusta tanto llevarte la contraria, porque estas muy equivocado. Te aseguro que el fin de semana que te conocí en Zaragoza tenia cosas que podian hacerme no ser feliz. Y sin embargo te cruzaste tu en mi camino, y desde la primera vez que me miraste, entre en una especie de burbuja en la que no habia ni problemas, ni cosas tristes. De hecho, fue el fin de semana más raro de mi vida porque estaba tan en una nube, que llegue a pensar que no era real, que era un sueño y no lo digo en plan broma. Pensaba realmente que en cualquier momento me despertaría. Te lo he contado muchas veces pero creo que no eres consciente de lo real que fue, pensaba que me estaba volviendo loca. Tu me demostraste que la felicidad absoluta existe, y ahora mi unica misión en la vida es demostrartelo a ti.