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domingo, 10 de abril de 2011

Walter Riso...Un fragmento de su libro

Intentar vencer el miedo. Con seguridad, y aunque no puedas creerlo, eres mucho más valiente de lo que piensas. En situaciones límite es cuando más nos conocemos. Muchas personas que se han pasado la vida muertas del miedo, sacan a relucir una fortaleza asombrosa ante la adversidad. No estoy diciendo que tengas que ser una versión de Mel Gibson en Corazón valiente, sino que de tus limitaciones puedes sacar el lado audaz que has ocultado. No hablo de ganar y vencer, sino de intentarlo. Cuando de verdad lo intentamos, nuestro “yo” se fortalece. Ese día dormimos mejor. No habrá remordimientos ni autorreclamaciones. En paz: “Al menos lo intenté”.

Elige un miedo cualquiera que sea irracional y que no sea objetivamente dañino (es decir, una fobia) y enfréntalo. Puedes hacerlo por aproximaciones sucesivas, o de una sola vez, sin anestesia. Si son cucarachas, sal a buscarlas. No escapes al asco o a las sensaciones. Siente el temor a fondo. No lo evites, siéntelo. Métete en el miedo. Aplástalas. Salta sobre ellas. Puedes gritar, insultar y sacudir tu cuerpo al compás de la adrenalina. Pero no dejes que un mísero y asqueroso insecto proclame victoria. Si lo intentas una vez, la próxima será más fácil. Si la vida de un ser querido dependiera de tu miedo a las cucarachas, ya lo hubieras vencido. Lo mismo puedes intentar con otras aprensiones. A hablar en público, al rechazo, a las alturas, al agua, a la oscuridad, en fin, cualquiera que sea la fuente de tu miedo, no hay más opción. Hay que enfrentarlo.
Ponte a prueba. Haz exactamente lo que temes. No esperes que la situación llegue, provócala. Llama al miedo. Rétalo. A la hora de la verdad, no es más que química corriendo por tus venas. Es incómodo, pero no duele. Trata de estar atento a las oportunidades. Cuando algún evento te produzca temor, míralo como una ocasión para fortalecer tu coraje. Ésa es la clave.

1 comentario:

  1. Excelente entrada sobre todo para las personas que el miedo paraliza en un momento determinado, que como bien dices es "una ocasión para fortalecer tu coraje" Un abrazo

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